Y ¿Por qué son malos?
Se los ha relacionado con modificaciones y toxicidad del sistema endócrino (glándulas y hormonas).
Se trata de sustancias que imitan en cierta manera a las hormonas sexuales, más concretamente a los estrógenos, un efecto que parece estar vinculado a un mayor riesgo de cáncer de mama y de toxicidad reproductiva, produciendo daños al esperma. Además de imitar a los estrógenos estas sustancias químicas pueden bloquear los andrógenos como la testosterona e inhibir las enzimas que metabolizan el estrógeno, lo que además tendría efecto en la fertilidad. Esto ha generado especial preocupación en los productos para niños que los contienen. Los Parabenos más señalados como perturbadores del sistema endócrino son el Propylparaben y Butylparaben2.
Además, se les adjudican otros efectos negativos, como su vinculación con el cáncer de mama:
En un estudio británico de 2004 se detectaron rastros de cinco parabenes en los tumores de mama de 19 de las 20 mujeres estudiadas. En este estudio se detectó la presencia de moleculas intactas de parabenes que no habían sido alteradas por el metabolismo, lo que indica que estas sustancias poseen capacidad para penetrar en la piel y permanecer en los tejidos de la mama. (leer más aquí)
Respecto al riesgo de causar cáncer de piel, estudios demuestran in vitro que los Parabenos pueden aumentar la sensibilidad al daño solar, aumentando el riesgo de cáncer de piel y producir daño inducido por UV en las células de la piel e interrumpir la proliferación celular. Los parabenes combinados con otros productos químicos estrogénicos pueden influir potencialmente el desarrollo de melanomas malignos, una forma de cáncer de piel, a través de sus propiedades estrogénicas y actividad genotóxica. (leer más aquí)
También hacen que tu piel envejezca. Se ha demostrado, en el caso del Methylparaben, que puede disminuir la proliferación de queratinocitos, y la producción de colágeno y Ácido Hialurónico
Los parabenes también se han relacionado con problemas inmunológicos, neurológicos y de irritación cutanea. (Leer estudio aquí)